Los pacientes que prueban el P-Chip no lo notan. Al tratarse de un cilindro de minúsculo tamaño colocado de manera subcutánea, los pacientes se olvidan de que lo llevan puesto. No solo no notan molestia alguna, sino que prácticamente todos lo terminan prefiriendo a los demás medios de administración hormonal.

Como hemos dicho, se trata de una minúscula unidad y que, además, tiene una duración de varios meses. Esto se traduce en que, una vez infiltrada la dosis, el paciente no tendrá que volver a la clínica a renovarla hasta pasado un periodo largo. Olvídate de estar tomando pastillas, cápsulas o parches. Olvídate de las cremas o inyecciones regulares.
Como decíamos antes: "Te olvidarás de que lo llevas puesto."

El P-Chip es revolucionario. Al tratarse de un cilindro que compacta las hormonas necesarias para el tratamiento y que está en contacto constante con nuestro organismo, su absorción se realiza de forma constante y progresiva. Los picos de concentración no existen y la liberación de las hormonas se realiza de forma continua durante todo el tiempo que dure el P-Chip.